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EN ESTA DIRECCIÓN PODES ENCONTRAR MIS RELATOS COMO LIBRO , YA A LA VENTA EN FORMATO ELECTRÓNICO

En tus manos

Nueva idea , si gusta la termino de escribir, es para un nuevo relato a publicar, espero sus comentarios:

¡No!, ¡anda, anda a buscar a esa a ver si “esa” te trata como yo, !, Idiota, porquería, mujeriego- las palabras aun resonaban en mi cabeza a pesar de que ya había pasado una semana desde que lo eche de mi departamento

-Permiso- repitió el chico de ojos verdes desde su silla – El pasillo no es tan amplio , si queres divagar hacelo dentro de tu departamento no en el pasillo- dijo malhumorado

-Perdón- conteste buscando la llave en mi bolso

-Dios- susurro- convivo con idiotas en el mundo

-¿Perdon?- dije girándome hasta quedar frente a su silla cortandole el paso- yo no soy ninguna idiota, algún día vas a necesitar de una vecina amable para que te ayude y no hay mas nadie en este piso, recuerda eso antes de ser tan idiota

-Lo dudo – respondió y arremetió con su silla hacia su puerta casi atropellándome en el camino

Cansada de los hombres , podrida de todo lo que son.

No de nuevo , pensé cuando mi estomago se revolvió por segunda vez esa mañana, mi querido ex novio se había ido por completo de mi vida , no sin antes dejarme dos recuerdos imborrables, el en mi cama con mi hermanastra , esta de mas aclarar que ya no nos hablamos, y un ataque al hígado con patas con nueve meses de duración.

 Sin pareja, sin familia y sin trabajo ya que debido a mis continuas faltas por “enfermedad “ y ser vista en un lugar publico en horario de trabajo , mi jefe decidió “dejarme ir” por lo que estoy intentando subsistir con una parte de la pequeña herencia que mi papa nos dejo a mi hermana de otra madre , alias “PeBa” (Perra Barata) y a mi hace un año. No es mucho pero alcanza para seguir un tiempo pero tarde o temprano tendré que ver que hacer, gracias a Dios el departamento es mio, lo compro mi ex pero lo había puesto a mi nombre y lo menos que podía hacer el desgraciado era dejármelo junto a un montos de ropa cara que sirvió de leña para calentar el ambiente en la terraza. ¿Quien iba a decir que Armani  ardería tan bien?

Fragmentos

Esto lo escribí en un momento de tristeza
"Los momentos que no vuelven , pesan
Las personas que te rodean pasan, la soledad  te consume
 y el silencio se proclama ganador.
La frustración te acompaña cada día y las lagrimas se 
convierten en tu mar..." 

Dance du Mascarade

Luz en mi obscuridad

(Para Romi y Luciano)

1

Yo

Otra vez vienen ellos, con sus uniformes celestes y su mala actitud. ¿Acaso pretenden curarme con su desden? Si tan solo supieran la razón de mi silencio...

Pastillas azules o rojas, no importa el color en realidad , todas hacen el mismo efecto.

-Romina- una voz aterciopelada me llamaba desde algún lado, no podía responder estaba demasiado abatida, demasiado sumida en mi propio ser como para interactuar con alguien

-¿Romina? - repitió- ¿Donde estará tu mente preciosa? ¿que te hicieron para que no quieras … ser normal?.- suspiro. Nunca lo había visto , debía de ser un nuevo enfermero , por la preocupación en su voz podía decir que era su primera vez en un siquiatrico. Los demás ya se habían dado por vencidos y ya no trataban de hablarme. No creían que los escuchaba, cuando ellos entraban yo cerraba mis ojos, no quería ver a nadie . Ni siquiera hablaba para pedir algo solo me tiraba en mi rincón de la cama esperando que se fueran. Con el tiempo deje de salir al patio y comía solo porque así nadie me molestaba.

-Esta bien- interrumpió el de nuevo- te dejare sola por ahora pero luego vendré a darte tus medicamentos y tu cena ¿de acuerdo?- me hubiera gustado reírme , ¿en serio pensaba que le contestaría?.

Se marcho y abrí mis ojos . Tome el radio, la única cosa que me dejaron conservar ya que con la música me calmaba, y volví a mi lugar en el rincón. No se cuantas horas pasaron hasta que el volvió, cerré mis ojos deprisa antes de que entrara.

-Veo que te moviste- comento risueño- Al menos ahora puedo estar seguro de que no eres una muñeca – sonreí ante su comentario

-¿Fue eso una sonrisa Romi?- inquirió. Me puse seria de nuevo y escondí mi rostro entre mis piernas mientras me acurrucaba

-Te gusta la música- afirmo. Se levanto , solo podía escuchar como cruzaba la habitación, salia y volvía a entrar sentándose frente a mi.

-Espero te guste- declaro antes de ponerse a tocar una hermosa melodía en su guitarra.

Lentamente abrí mis ojos , quería ver su rostro . Quería comprobar si era real. El siguió tocando y un ultimo acorde hizo eco en la habitacion

-Hola- saludo , clavando sus orbes marrones en mi.- Mi nombre es Luciano- dijo,

Yo solo lo miraba . No podía hablarle , muchas veces me habían traicionado, me habían tratado como a una muñeca de trapo, ¿Por que el seria diferente? Le pagaban por cuidarme.

-Te daré tu pastilla para dormir- dijo al fin al ver que no le respondería. Se acerco lentamente poniendo la pastilla frente a mi para que la tomara. Yo solo me negué y apreté mis labios fuertemente, no quería dormir . Tenia miedo de que mis pesadillas me atraparan y no me dejaran despertar, cada noche gritaba por dentro y el temor me invadía aunque por fuera estuviera quieta por dentro revivía una y otra vez aquel día.

-Romi- dijo con cariño- si te tomas la pastilla te prometo traer mi guitarra mañana y prestártela – Lo pensé por un momento, estire mi mano y tome la pastilla.

-Gracias- dijo , antes de marcharse.

-¡No ¡ - grite - ¡No lo hagas¡¡- pedía ayuda pero nadie acudía a mi rescate, lloraba sumida en una eterna obscuridad. Siempre había sido así , noche tras noche volvía a ese día.

“No te preocupes amor, volveré pronto, espérame aquí – decía papa, mientras me dejaba cuidando el carro con nuestros víveres, le había pedido que me comprara una muñeca, mas que pedir había hecho un berrinche en medio del super sabiendo que papa correría a buscar lo que yo quería solo para que no llorara. Cuando doblo en uno de los pasillos ya no pude verlo y en ese momento un encapuchado entro armado al local, pidió a gritos que todos se tiraran al suelo. Papa estaba cerca de la caja cuando todo paso, lo ultimo que recuerdo es la muñeca salpicada de sangre, los gritos y a la policía  llevándome a casa, por días me negué a hablar, Mama ya no soportaba tener que llevar la casa sola , trabajando y haciéndose cargo de mi .

Allí te cuidaran – dijo besando mi frente y acariciando mi cabello. Pase de lugar en lugar , todos me abandonaban, todos me dejaban con alguien mas esperando que la siguiente familia me ayudara a superar mi trauma. Hasta que crecí y me dejaron tirada en este agujero , confinada en un cuarto sin color , sin vida, como yo.

Pensé que este era mi castigo por haber sido caprichosa, miles de veces escuche a mis familiares decir que de haber estado a mi lado en vez de en el pasillo de los juguetes , mi padre no hubiera tratado de llegar a mi cuando dijeron que no se movieran y estaría vivo ahora.

En ese momento decidí que si no conocía a mas personas , si no me encariñaba con nadie entonces no me dolería cuando se fueran.

Desperté tarde como siempre, las pastillas me dejaban bastante mal. No tenia espejo en el cuarto pero sabia que estaba hecha un desastre, seguramente mi rostro tenia marcadas ojeras producto de mis pesadillas.

La puerta se abrió lentamente y el cuarto se ilumino con su sonrisa.

-Hola Ro- dijo. guau, pensé, si seguía acortando mi nombre la próxima vez solo me diría R.

-¿Quieres escuchar lo que compuse ayer?- pregunto, el brillo en sus ojos lo hacia verse tan apacible, me hablaba como si fuese una amiga de hace años y no una paciente a la que conocía no hace mas de unas semanas.

Toco un tema cargado de sentimientos , tan bello, tan profundo , que no pude evitar derramar algunas lagrimas. El se acerco suavemente a mi, lentamente acerco su mano a mi rostro . Como si temiera mi reacción. Finalmente limpio una lagrima solitaria con su pulgar. Un acto tan inocente , tan puro.

Las semanas dieron paso a el mes . Luciano venia todos los días a tocar una canción para mi y por algún extraño motivo cuando las pesadillas amenazaban , el aparecía en mis sueños combatiendo la obscuridad con su propia luz.

La sicologa que me trataba una vez a la semana dijo que aunque me negara a hablar ya no era un caso extremo, no representaba un peligro para mi o para otros por lo que me dejarían ir. Sentí pánico de pensar en mi libertad. Pánico de no verlo nunca mas.

Espere que el viniera a la mañana como siempre , pero nunca llego. Lo habían pasado a otro paciente que estaba en peores condiciones que yo . Sobreviví como pude , mi silencio era mi escudo . Finalmente llego el día de salir de allí. Alguien había arreglado un apartamento para mi cerca del hospital ya que debía volver todas las semanas a mostrar mi progreso a una doctora que parecía ignorarme en cada sesión.

No digo que no me gustaba mi nueva libertad, pero cada día al despertar tenia la sensación de que algo me faltaba. Las pesadillas no volvieron, mi cabeza ahora tenia un nuevo inquilino y no era la culpa, si no ,el rostro de El.

Siempre coge al lector por la garganta en el primer párrafo, pon tus pulgares en su traquea en el segundo y mantenlo contra la pared hasta la última linea.

-Paul O'Neil

Puede ser

Carta de amor